En el entorno de las energías alternativas, los automóviles eléctricos suelen ser los protagonistas principales. Sin embargo, existe otra opción que ha estado ganando atención: las motos impulsadas por aire comprimido. Esta tecnología, aunque poco conocida, ofrece varias ventajas interesantes. En este artículo, exploraremos cómo funciona un motor de aire comprimido y analizaremos sus beneficios y desafíos.
¿Cómo funciona un motor de aire comprimido?
Los motores de aire comprimido se basan en la compresión del aire y constan de tres ciclos: compresión, inyección y expansión.
Ciclo de compresión
En el ciclo de compresión, el aire contenido en el cilindro se comprime a aproximadamente 20 bares, lo que aumenta su temperatura a alrededor de 400 grados centígrados.
Ciclo de inyección
En el ciclo de inyección, se inyecta aire comprimido a temperatura ambiente utilizando bombas de presión con una presión de aproximadamente 300 bares. El pistón se encuentra en la posición de máxima presión con el aire en el volumen mínimo.
Ciclo de expansión
El aire comprimido inyectado durante el ciclo anterior provoca un aumento de presión en el cilindro, lo que genera una expansión que ejerce una fuerza de empuje sobre el pistón. Este ciclo, también conocido como ciclo de trabajo, es el responsable de mover el motor.
El funcionamiento de este tipo de motor se basa en un fenómeno interesante: el aire se comprime, lo que aumenta su temperatura, y luego, al introducirse aire a temperatura ambiente, se produce un enfriamiento que a su vez aumenta la presión y mueve el pistón.
Entre las características destacables de estos motores se encuentran el bajo costo de mantenimiento, la ausencia de emisiones contaminantes y la posibilidad de aprovechar el aire frío para el sistema de aire acondicionado, ya que después de los ciclos de trabajo, la temperatura del aire desciende considerablemente, llegando a estar entre -15 °C y 0 °C.
MDI y su motor de aire comprimido
Una de las empresas pioneras en el desarrollo de motores de aire comprimido es MDI (Moteur Developpment International). Esta empresa fue fundada por el ingeniero francés Guy Nègre en 1991, y desde entonces, ha estado trabajando en la creación de un motor de aire comprimido viable.
El motor de aire comprimido de MDI se diferencia de otros motores en que combina de manera efectiva el uso de aire comprimido con un motor de combustión. Esto permite que el vehículo funcione exclusivamente con aire comprimido a velocidades inferiores a 50 km/h, y a velocidades superiores, el motor utiliza aire comprimido y combustible de manera simultánea.
MDI tenía la ambiciosa idea de crear estaciones de servicio donde se pudieran recargar las bombonas de aire comprimido de manera rápida y sencilla en pocos minutos. Otra opción era recargar las bombonas enchufando el vehículo a una toma de corriente, lo que alargaba el tiempo de carga a aproximadamente 4 horas.
Además del revolucionario motor, MDI diseñó un vehículo con una carrocería de fibra para reducir al máximo su peso. El automóvil se caracterizaba por su simplicidad y ausencia de lujos.
Desafíos y futuro de los motores de aire comprimido
Aunque los motores de aire comprimido presentan algunas ventajas, también enfrentan importantes desafíos. Por ejemplo, el uso de bombonas pesadas para almacenar el aire comprimido aumenta el peso total del vehículo y disminuye la autonomía. Además, la pérdida de potencia y la influencia del clima y la humedad pueden afectar negativamente su rendimiento. Además, la energía necesaria para comprimir el aire es mayor que la requerida por los motores eléctricos.
A pesar de estos desafíos, MDI continúa apostando por esta tecnología y busca introducir el motor de aire comprimido como una alternativa viable y real. Sin embargo, hasta ahora, la empresa no ha logrado obtener el respaldo necesario para su comercialización masiva.
Los motores de aire comprimido ofrecen una alternativa interesante en el entorno de las energías alternativas. Aunque aún enfrentan desafíos significativos, no podemos descartar la posibilidad de que en el futuro sean una realidad viable y funcional. La tecnología está en constante evolución, y es posible que los motores de aire comprimido encuentren su lugar en la industria automotriz.
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